Microsoft presenta hoy su nueva consola, la heredera de la Xbox 360, en un clima de caída de ventas del sector, tanto en juegos como en máquinas. El smartphone y la tableta están haciendo a la industria del videojuego tradicional más daño del que se pensaba, y no solo a las pequeñas consolas (3DS, PS Vita). Aún así el sector mueve en el mundo 50.000 millones de euros al año, el 42% gracias a las consolas.
Parece que los días dorados de las consolas han pasado. En principio se atribuyó la caída de ventas a que las consolas ya eran viejas, todas con siete años de antigüedad. En este tiempo, la Xbox 360 ha vendido 74 millones de unidades; la Play 3 de Sony, 77 millones (la mitad que la PlayStation 2, 157 millones) y la Wii de Nintendo, 100 millones. Sin embargo en noviembre se estrenó la Wii U y sus ventas son mucho más bajas de las previstas. Desde entonces ha vendido 3,4 millones de unidades, cuando había una previsión de 5,5 millones.
En el último año, la consola Xbox le ha dado a Microsoft 10.000 millones de dólares, la mitad de los ingresos de Windows, pero muchas menos ganancias. La industria de la consola casi trabaja bajo márgenes, a diferencia de la del software. Si con la consola, el beneficio es un 15% en el caso de sus programas Windows y Office llega al 60%.
Se espera que la nueva Xbox incluya Kinect, el reconocedor de gestos con el que Microsoft se colocó en la vanguardia del videojuego hace unos años. También tendrá reconocimiento de voz, Skype, conexión directa a Netflix, Hulu y otros sitios de descarga de vídeos. Su conexión Live tiene 40 millones de usuarios y seguirá siendo otro de sus puntos fuertes.
La industria ya no se la reparten Sony, Microsoft y Nintendo. Ahora cuentan Facebook, Google, Amazon o Apple
La consola como aparato se enfrenta a un reto que excede al del juego. Perdida la batalla del juego casual, en manos de los móviles, ahora se trata de conquistar el hogar. Pero por ahí también intentan entrar Apple, Google o Amazon con sus plataformas de ocio ligadas al televisor y a cualquier aparato del hogar.
La consola ni siquiera es el eje del juego que viene. La primera tienda de juegos se llama Apple, con más de 175.000 títulos en su App Store. Los ingresos por esta afición han aumentado un 24% en la red social Facebook. Nuevos estudios han nacido para diseñar juegos para móviles, tabletas y redes sociales. En el último año, la venta de juegos en las tiendas de Estados Unidos han caído un 21% (ingresaron 8,9 millones de dólares), mientras que las descargas han subido un 16% (5,9 millones de dólares).
Tampoco el pastel de la consola se repartirá entres los tres de siempre. A las de Sony, Nintendo y Microsoft se van a sumar la Ouya, la primera consola Android, y Shield, de Nvidia.
En abril en Estados Unidos, la vieja Xbox 360 vendió en torno a 130.000 consolas, Playstation 3 unas 100.500 y Wii U, 38.000. Durante más de dos años, la consola local Xbox ha sido la más vendida del país, que mueve el 60% de los ingresos mundiales de esta industria. Sin embargo, la Xbox aún es débil fuera de su patria. El reto de Microsoft es seguir ampliando su mercado, ciertamente, inimaginable cuando se aventuró en una industria dominada absolutamente por Japón.
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