“Hemos tomado nota de la decisión de la Comisión Federal de Comercio [de Estados Unidos], pero no vemos que tenga implicación directa alguna para nuestra investigación, dado nuestras conversaciones en curso con Google”. Michael Jennings, portavoz de la Comisión Europea, salió ayer al paso del cierre de la investigación que, durante dos años, han seguido las autoridades americanas contra Google.
La unánime decisión de los cinco miembros de la Federal Trade Comision (FTC) de no apreciar actividad ilegal alguna en Google desató las inmediatas críticas del lobby de comercio electrónico FairSearch.org y de Microsoft, que en los años noventa se vio sometido a una investigación parecida, y condenada. Google ha salido indemne.
El proceso cerrado es similar al que tiene en marcha el comisario europeo de la Competencia, Joaquín Almunia. Google ha anunciado a la FTC que cambiará voluntariamente algunas de las prácticas que la Comisión Europea (CE) ha puesto en entredicho. Si la FTC ha tardado 20 meses en cerrar su investigación, la CE la abrió en noviembre de 2010.
Hasta ahora, Google chupaba contenidos de otras páginas y las incluía en su buscador para su provecho publicitario. Era el caso, por ejemplo, de críticas a restaurantes o de la comparativa de precios de hoteles y vuelos. Ahora Google se ha comprometido a que las webs que lo deseen, como es el caso de Yelp o TripAdvisor, podrán rellenar un formulario para exigir que esas críticas desaparezcan de la indexación de Google, pero solo de sus especializadas G+ Local, Flights, Hotels y Advisor. En las búsquedas orgánicas del buscador seguirán apareciendo.
También permitirá, a partir de ahora, que el uso de la herramienta publicitaria Adwords no implique la exclusividad de uso en Google, y que las empresas puedan llevarse sus contenidos a otras plataformas.
Estas novedades que Google incorporará a raíz del acuerdo con la FTC eran exigidas ya por la Comisión Europea de la Competencia, lo que ha dado pie a pensar que la decisión europea, que se espera para este mismo mes, lleve el mismo camino que la norteamericana.
“La conclusión es clara”, ha dicho Google en su blog, “los servicios son buenos para los usuarios y buenos para la competencia”. Microsoft, sin embargo, ha calificado los acuerdos Google-FTC de “débiles y francamente inusuales”, a la vez que pone sus esperanzas en la CE.
Google, que hace dinero con la venta de publicidad junto a los resultados de búsqueda, capta el 76% del mercado de búsquedas en EE UU, mientras que Bing (Microsoft) no llega al 10% y Yahoo! al 6%. En el caso de Europa, el dominio de Google es del 90%, pero el monopolio en sí no es ilegal, sino las posibles actividades contra la competencia aprovechándose de su posición dominante, como es obstaculizar a las empresas que se anuncian en Google para que se vayan a otros buscadores.
“La actividad de Google se dirige más a querer mejorar sus resultados de búsqueda y la experiencia del usuario que al deseo de impedir la competencia”, explicó el presidente de la FTC, Jon Leibowitz, en una conferencia de prensa celebrada el jueves en Washington.
Google también salió indemne de la investigación sobre los obstáculos que pone al uso de patentes esenciales para aparatos como las videoconsolas, y que posee desde que compró Motorola Mobility. La empresa se comprometió a permitir su uso por otros, pero sin términos concretos sobre precios. Microsoft también criticó esta ambigüedad y, sobre todo, que la FTC, en un proceso que ha durado casi dos años, no hubiera llamado a ninguna empresa que se ve perjudicada por el comportamiento de Google.
La unanimidad de la FTC no fue compartida por el mundo legislativo. “Es decepcionante que la FTC confíe en compromisos simples y voluntarios de Google para poner fin a ciertas prácticas que la mayoría de los comisionados ve que impiden la innovación”, dijo el demócrata Patrick Leahy, presidente del Comité Judicial del Senado.
En Europa, la asociación del comercio electrónico ICOM (Iniciativa por un Comercio Online Competitivo), también mostró su decepción: “...Aún más desalentador es la incapacidad de la FTC de dar cuenta de los desequilibrios en las búsquedas de Google”. Y, al igual que Microsoft, confía en Europa. “Es más importante que nunca que la CE se mantenga firme e insista en imponer compromisos significativos que restauren la competencia en búsquedas”.
En caso de apreciar prácticas abusivas, la CE podría multar a Google hasta con el 10% de sus ingresos anuales, es decir, con unos 3.000 millones de euros.
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