Microsoft no entusiasma mucho a Wall Street, donde ven difícil que pueda recuperar la década perdida frente a Apple y Google. Sus resultados debían servir, por tanto, para ver cómo avanza su última apuesta. La tecnológica ganó 6.380 millones de dólares (4.800 millones de euros) en el trimestre, tras facturar 21.460 millones entre octubre y diciembre.
Esto representa una caída del 4% en el beneficio. Los resultados corresponden al segundo trimestre del ejercicio fiscal, que comenzó en julio. Las acciones de la compañía de Redmond cayeron un 8% desde que presentó la última versión de su sistema operativo, el Windows 8. También tiene desde entonces en el mercado la tableta Surface, con la que espera recuperar el paso.
El futuro de la marca Windows dependerá de cómo la plataforma informática vaya siendo adquirida por otros dispositivos móviles, en la ya denominada era post-PC. Eso podría explicar que entrara en el capital de Dell, como se viene especulando desde comienzos de la semana en el parqué. El sistema operativo es su principal fuente de ingresos, junto al paquete de programas Office.
La división Windows registró unos ingresos de 5.880 millones de dólares, un 24% más que hace un año. Esto se debe en gran parte a las actualizaciones que están haciendo las empresas de su programa madre, algo que se vio reflejado ya en los resultados de IBM a comienzos de la semana. Microsoft habla de 60 millones de licencias vendidas del Windows 8 hasta la fecha.
Peter Klein, director financiero, habla de hecho de un “fuerte crecimiento” en el negocio de empresas que se mantendrá a largo plazo. Los ingresos de esa división fueron de 5.690 millones de dólares. La primera reacción del mercado fue una caída del 1%. Los analistas insisten que lo que el público y las compañías quieren son teléfonos y tabletas en las que puedan hacer cosas.
La caída en las ventas de ordenadores personales es algo que también está sufriendo el Mac de Apple, como se vio en los últimos resultados trimestrales. La comercialización de su propia tableta puede ayudar a Microsoft a contener los daños. El tercer elemento clave del ecosistema es la consola Xbox. Los ingresos de la división de entretenimiento bajaron a 3.770 millones de dólares.
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